¿Qué es el sustrato?

El término sustrato se refiere al material que utilizamos para llenar el recipiente de cultivo y que, en cierto modo, es el sustituto de la tierra. Es pues el medio donde van a crecer las raíces, y de donde estas van extraer todos los nutrientes necesarios para repartir entre todas las partes de la planta durante su crecimiento. La elección de un buen sustrato es el factor más importante para el éxito de un huerto urbano.

Una de las primeras tentaciones que tiene el aficionado a la agricultura en recipientes es intentar usar la misma tierra del agricultor para llenar sus jardineras y producir hortalizas. Debido a las condiciones particulares del cultivo en recipientes, especialmente el poco volumen disponible, es preferible usar sustratos especiales que tienen más porosidad y permiten un mejor desarrollo de las raíces en volúmenes limitados.

La elección más importante

Cualquier sustrato no sirve para nuestro huerto. Hacer crecer una lechuga a partir de una semilla o obtener una buena cosecha de tomates o pepinos, por poner un ejemplo, requiere un buen sustrato con un contenido adecuado de nutrientes y con muy buena estructura.

Algunos sustratos de baja calidad pasan desapercibidos cuando cuando los usamos para mantener una planta de flor, ya que la principal pretensión es la supervivencia y la floración de la planta. En el caso de las hortalizas el mismo sustrato puede dar resultados nefastos y o poca cosecha.

Características de un buen sustrato

Un buen sustrato debe tener las siguientes características:

  • Ligero, permitiendo disminuir el peso del huerto y facilita su transporte y el de los recipientes.
  • Gran cantidad de poros (espacios libres), lo cual permite a las raíces desarrollarse fácilmente a la vez que permite la circulación del agua.
  • Tener un buen almacén de nutrientes, la mayoría de sustratos aportan pocos nutrientes a la plantas, por lo que será necesario mezclar el sustrato con un abono orgánico.
  • Una buena estabilidad, que mantenga sus propiedades durante varios meses.

Los sustratos que reúnen la mayor parte de estas características son los sustratos orgánicos o tierras vegetales.

Materiales usados como sustratos

La fibra de coco, también llamada « turba » de coco es un muy buen sustrato. Este sustrato proviene de las partes vegetales del coco desechadas durante el proceso de obtención del coco. Se presenta en forma de pastillas de diversos pesos, que una vez sumergidas en agua se expanden dando lugar a un sustrato suelto.

Un material muy habitual en la elaboración de sustratos son las turbas. El inconveniente principal es que su extracción  destruye los ecosistemas llamados turberas del norte de Europa.

Otros materiales usados como sustratos son la perlita y la vermiculita. Estos son arcillas que se han elevado a alta temperatura, dándoles así una estructura particular. Pueden ser interesantes si se mezclan con otros materiales.

 El compost de jardín, puede también resultar interesante si se lo produce uno mismo, pero de la misma manera que la perlita o la vermiculita, su uso tendría que rescindirse como mezcla únicamente, pues puede resultar o demasiado poco poroso y tiene poca estabilidad.

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El sustrato es la elección más importante si queremos asegurar una buena cosecha

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Un buen sustrato debe ser poroso para permitir un buen desarrollo de las raíces

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El compost es un buen material para aportar nutrientes al sustrato

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La fibra de coco es uno de los mejores sustratos que existen

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No es necesario cambiar el sustrato del Horturbá. Una vez al año añadiremos vermicompost y lo removeremos

¿Qué sustrato comprar?

Es probable que no consigamos encontrar materias primas para fabricar nuestras propias mezclas para sustratos y tengamos que conformarnos con comprar sustratos preparados. Algunos consejos prácticos para comprar correctamente:

  • Evitemos sustratos sospechosamente baratos o que no tengan la composición y características detalladas en el envase.
  • Devolvamos sustratos con olores desagradables, significa que hay materia orgánica fresca no descompuesta y es un signo de mala calidad.
  • El tacto del sustrato debe ser esponjoso, lo cual significa que tiene una buena estructura y un elevado contenido de aire.
  • Si el sustrato incluye abono deberíamos saber qué tipo de abono y en qué cantidad. En general los sustratos suelen tener pocos nutrientes para el cultivo de hortalizas de ciclo largo y deberemos añadir compost.