Un poco de historia

Las habas son un cultivo que forma parte de la agricultura mediterrania desde la Edad de Hierro. En la Grecia antigua eran muy apreciadas y las ofrecian al dios Apolo.

Existen indicios de que su origen está en el continente africano pero algunas fuentes lo situan en Oriente Medio.

Actualmente es es el plato nacional egipcio y su cultivo está muy extendido en todo el mundo, sobretodo en zonas frías, como en los Andes americanos.

Propiedades nutricionales

Como en todas las leguminosas, las habas tienen un contenido elevado de proteinas si comparamos con las otras hortalizas. También es destacable el contenido en calcio, fibra y vitaminas B1 y B2.

Se dice que sus flores tienen propiedades antidiuréticas, depurativas y antireumàticas. El consumo de habas ayuda a bajar los niveles de colesterol.

Se cocinan cocidas al vapor o hervidas. Pueden acompanyar otras verduras o carnes en guisos. El haba seca es ligeramente indigesta y se debe poner en remojo y cocerla bien para evitar problemas estomacales.

Las habas tienen fama de provocar pesadillas si se comen en la noche. Antiguamente se pensava que las almas de los muertos vivian dentro de las habas y por eso no dejaban dormir con tranquilidad.

Un poco de botánica

El nombre latín es Vicia faba. Pertenece a la familia de las leguminosas que tiene la particularidad de asociarse con una bacteria llamada Rhizobium, la cual obtiene nitrógeno de la atmósfera y que la planta puede aprovechar. Esta asociación simbiótica se produce en las raíces de la planta y forma unos pequeños nódulos muy característicos y que son muy fáciles de observar a simple vista.

Es una planta anual ya que su ciclo de vida no dura más de un año. Las hojas son compuestas, divididas en hojas más pequeñas o foliolos. El tallo es muy característico por su sección rectangular. Puede crecer hasta 80 a 180 cm de altura.

Variedades

Las variedades de haba se clasifican por la duración de su ciclo y el tamaño de la planta.

Para cultivar en el huerto urbano son recomendables las variedades de ciclo más corto y de menor crecimiento aunque las variedades grandes también se desarrollan bien en una mesa de cultivo.

Cómo cultivar

Es una planta a la que no le gusta el calor y resiste bien las bajas temperaturas. Por esta razón es un cultivo típico de otño e invierno aunque también se pueden realizar siembras primaverales.

Se siembra la semilla entre septiembre y diciembre. En lugares de montaña, muy fríos, la siembra se suele hacer en primavera. Se ponen las semillas a unos 4-5 cm de profundidad y con una separación de 30-40 cm. Con tres semillas en cada agujero suele ser suficiente. El periodo de cosecha depende de la variedad y del clima, pero se puede alargar hasta bien entrada la primavera.

Asociaciones de cultivo

Se asocia bien con el maíz y la col.

Es incompatible con la judía, el guisante, la cebolla y el ajo.

Enfermedades y problemas

Caracoles y babosas

Pulgón

Manchas foliares